Degustacón de blancos con Fede Schneidewind en Catas de Garage

Tránsito endemoniado y tardanzas varias se asocian para retrasar mi llegada a Catas de Garage. Está empezando la primavera pero en el aire no hay indicios de calorcito, pic nic, plantas florenciendo ni parajitos reproduciéndose. Mas bien estamos para heladas tardías y café con leche. Metiendo la nariz bajo la bufanda y apurando el paso porque llego pasada la hora señalada, me acercó al templo del vino de Zona Sur. Catas de Garage plantea hoy un desafío interesante y un invitado especial.


Federico Scheinewind, periodista, emprendedor, y enólogo part time visita el lugar para guiarnos en un viaje desacostrumbrado. Desacostumbrado porque el vino blanco no encuentra todavía el lugar que debería tener en las catas de vino y en las mesas argentinas. Así que se agradece el impulso y el apoyo a las variedades blancas, que se lo merecen y nos pueden hacer entrar en un mundo diferente, paralelo e igualmente disfrutable.
Es martes 6 de Septiembre 2016 entonces, estamos en Catas de Garage invitados por el Gran Sommelier del Pueblo Gustavo Tomassoni y vamos a tomar vino blanco! Excelente.
Caras conocidas y algunos debuts, en el garage hay clima amistoso. Federico está presentando el primer vino (justo a tiempo) y me siento a degustarlo.
Se trata del Vinilo Ruido Blanco 2015. Es un corte de Chardonnay y Chenin. De un color bastante pálido. En nariz siento tonos frutados. Manzanas verdes, toques cítricos. Algunos azahares y aromas frescos. En boca pasa punzante, fresco, con una acidez presente y frutada. Siento una especie de cáscara de naranja que lo hace disfrutable y un cuerpo bastante presente. Un fresco y correcto blend de blancas para empezar está bárbaro.


El segundo vino es fruto de la imaginación del presentador. Don Scheneidewind es bastante inquieto y dentro de sus variadas actividades eligió la de hacer vinos. De tanto pensar en qué vino le gustaría tomar, tomó el sarten por el mango y se puso a hacerlos. Ayudado por enólogos amigos, desarrolla ideas y las hace vino. Tiene un proyecto llamado Confuso Wines que contiene tres líneas concomitantes, Contento, Confuso y Conjunto. Vamos a degustar de la primera, que intenta hacer vinos frescos, agradables y tomables, el Contento Semillón 2016 (de gota). Recién salido del horno, el hacedor nos muestra una de sus nuevas criaturas. Este semillón de Tupungato es una de las mitades de una dupla que nació  para vivir junta, pero con el tiempo se han ido separando y tomando vida propia. Son dos, uno "de gota" y otro "de prensa". Sus nombres indican el momento del prensado. Normalmente ambos se mezclan y hacen uno. Fede les vió identidad propia a cada uno de ellos y decidió embotellarlos por separado. Además las uvas fueron cosechadas en el momento que se cosechan las que se usan para espumante, que es bastante antes que la de vinos tranquilos. Todas estas características especiales y singulares dan vida a éste vino singular. En copa es casi transparente, apenas unos reflejos un poco acerados o verdosos, muy tenues. En nariz es un tanto apagado al principio, después de un rato y con la temperatura que sube saca una fruta muy fresca, algo cítrica y toques de fruta blanca, como pera. En boca pasa muy fresco y franco. Punzante en su acidez pero sin molestar para nada. Siento un recuerdo a mandarinas (como las criollas) y una frescura agradable. El bajo nivel alcohólico (no supera los 11 grados)  lo hace aún más ligero y tomable.  Una muy interesante expresión del Semillón, completamente desacostumbrada y sorpresiva. Muy bueno.


El tercero es de un enólogo que reporta a la escudería Michelini, pero que ha tomado vuelo propio con su proyecto Refrán. Cristian Morelli ha hecho éste corte de blancas llamado Refrán Blanc de Noir 2016. Es un corte, es decir mezcla varietales, en éste caso Chenin, Moscatel Rosado y Malbec, vinificado como blanco (de allí el nombre del vino). En nariz se expresa bastante frutado, a duraznos o damascos bien frescos, junto a toques florales muy interesantes. En boca tiene una estructura importante, de la que entendemos la presencia del malbec, además de una untuosidad fresca y un paso agradable, inicio un poco dulzón no empalagoso. Un muy interesante blanco que puede disparar un montón de posibilidades de acompañamientos de comida.


Para el cuarto lugar volvemos al Contento y ahora probamos la otra mitad de la naranja. "El diablito" según los dichos de Federico, comparándolo con el angel anterior, el Contento Semillón 2016 "de prensa" es bastante más expresivo en nariz que su hermano. Un color un poco más amarillo. Nariz frutal, a peras acompañado con toques minerales al principio que después dan lugar a notas florales. Es bastante ácido en boca, ultra fresco y franco. Directo. En boca aparecen notas "verdes" o a algo parecido al raspón, lo que le da una aspereza agradable a su caracter bebible. La otra cara de la moneda también está buena.
Parece ser que ambos hermanos vendrán en una misma presentación, cosa de que el consumidor pueda reconstruir el vino en su copa haciendo el blend a su gusto. Aplauso para la idea también.



El que sigue es un vino polémico. El Blanc de Alba 2014. Hecho a medias por Juampi Michelini y Agustina de Alba, es un corte también, en éste caso de Sauvignon Blanc, Riesling y Semillón. En charlas con amigos amantes del vino, su percepción es irregular. Hay a quienes le encanta y quienes no lo pueden ni ver. Evidentemente no pasa inadvertido y tiene un personalidad muy identificable. Al abrirlo, Damián Ajubita, puso una cara extraña. Preguntado Federico, dió el visto bueno para servirlo. La nota extraña que había sentido el sommelier era Brett, o aromas a cuero mojado o "caballo" o "establo", muy presente en cierto tipo de vinos evolucionados y que viene del accionar de una bacteria durante su guarda. Efectivamente el brett estaba muy presente, pero se fue disipando mientras se abría. Después aparecieron notas muy frutales, dulces, muy dulces. A pera. Algo así como si fuese una sidra de pera. Caramelos también, notas de evolución por los años pasados. En boca poca acidez, notas muy dulces también, algo empalagosas. Me da la impresión de estar tomando el almíbar que queda después de terminar la ensalada de frutas. Mucha estructura. No voy a ponerme de ningún lado de los bandos en pugna. Algunas cosas me gustan, otras no. Si puedo decir que está bueno que éste vino exista para probar otro tipo de expresiones de cortes de blancas.


Llegados a éste punto Federico nos invita a conocer el fabuloso mundo de los vinos de Giuseppe Franceschini. Ya hablé de ellos en una nota reciente.
http://porlascatas.blogspot.com.ar/2016/08/la-giostra-del-vino-giuseppe.html
Buenísimos vinos, una enólogo muy detallista y conocedor que hace sus vinos con un esmero increíble.


Describirlos de a uno es un ejercicio raro de hacer. Vamos a ver si coincido conmigo mismo.,, Las notas son muy similares así que a las anteriores me remito por fiaca de volver a tipearlas....
Si, destacar la muy interesante complejidad del Bacán Clásico Blanco, con sus aromas por capas que van apareciendo y desapareciendo para dar lugar a la siguiente en una muy buena expresión aromática. Fantástico y a un precio más que bueno.


Volver a aplaudir de pie al Bacan Reserva Sauvignon Blanc 2014 que es un vino exquisito para disfrutarlo sin duda. Un Sauvignon como hay pocos y que tiene una personalidad arrolladora. Fantástico! Una botella que no puede faltar ni fallar.


Por último la fineza y delicadeza del Saltimbanco Sauvignon Blanc2014. Un vino de exportación que es un lujo más que se da Catas de Garage.
Terminamos y nos vamos con un panorama más completo de lo que pueden dar las cepas blancas y el mundo maravilloso que contienen. Gracias Federico Schneidewind y Catas de Garage por otra noche mágica.
Será la proxima que sigamos catando con alegría.


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